Los días en los que los clubs de cannabis de Cataluña operaban en un limbo legal están llegando a su fin, ya que el Parlamento de Cataluña aprobó nuevas leyes para regular el cultivo, consumo y transporte de cannabis para adultos. Ésta es la primera vez que una importante región europea hará del cannabis un producto legal. Tardaron tres años en elaborar esta ley porque «no queríamos hacer algo a medias», dijo Alba Vergés, de la Consellería de Salud del Parlamento. Querían evitar el tipo de "ley clandestina" que ha existido durante décadas en Ámsterdam, donde la venta de marihuana es legal, pero el cultivo sigue siendo dirigido por el mercado negro. Ésa es la razón por la cual esta nueva ley también regula el crecimiento y permite que cada club de cannabis produzca hasta 150 kg de marihuana seca al año.

Los legisladores dejaron muy claro que no quieren promover el "turismo de marihuana", con personas de otros países acudiendo a estos clubs sólo para colocarse. Para ello, cualquier persona que solicite ser miembro de un club de cannabis deberá esperar 15 días antes de que puedan unirse y comprar marihuana. También habrá restricciones para disuadir el uso excesivo en los jóvenes. Los miembros del club mayores de 21 años podrán comprar hasta 60 gramos al mes, pero los que están entre 18-21 años sólo podrán comprar hasta 20 gramos al mes. Estos límites no se aplicarán a las personas que usan la marihuana con fines médicos, y no se permitirá el consumo de alcohol o marihuana en los clubs.

Los clubs de cannabis acogen con agrado esta decisión porque, en palabras de un propietario: «Hemos estado trabajando durante muchos años con un pie dentro de la ley y otro fuera». Cataluña ha dado un gran paso hacia unas leyes más lógicas en cuanto a la droga, y según Alba Vergés: «Esta ley envía un mensaje muy claro de que es hora de un cambio de paradigma cuando se trata de legislar drogas».