Cuando Derek Amato sufrió una conmoción cerebral grave después de tirarse de cabeza en una piscina, no tenía ni idea del drástico cambio que iba a sufrir su vida. Unos días después de la lesión, Derek fue a visitar a un amigo músico, y Derek de repente se sintió atraído por el piano de su amigo. Se sentó y comenzó a tocar, y aunque nunca había tocado el piano antes, era como si lo hubiera estado haciendo toda su vida. Tanto para el asombro de su amigo como para su propio asombro, se encontró produciendo una melodía fluida que nunca habían escuchado antes.

Derek informó que después del accidente había estado viendo "manchas" moviéndose en su visión periférica, pero pensó que eran sólo un efecto temporal de la contusión. Cuando se sentó al piano esas manchas se solidificaron en bloques blancos y negros en su cabeza que fluían de izquierda a derecha en un patrón de onda. Sus dedos siguieron el movimiento de los bloques, y Derek se dio cuenta de que la música había estado escribiéndose en su mente subconsciente desde el accidente. Lo dejó fluir y siguió tocando durante horas.

Los neurólogos han diagnosticado la condición de Derek como "síndrome del sabio" y dicen que las formas que él ve son una forma de "sinestesia", una unión de los sentidos que le permite literalmente "ver" la música que está componiendo. Al parecer, el golpe en su cabeza desbloqueó algo que le permitió utilizar una parte de su cerebro previamente inaccesible.

A pesar de que se le advirtió de que este síndrome podía desaparecer tan pronto como llegó, Derek dejó su bien pagado empleo en una empresa para concentrarse a tiempo completo en su música. Todavía no puede leer o escribir música convencionalmente, por lo que utiliza un software especial para traducir lo que toca en partituras musicales. Derek dice que incluso si sus habilidades musicales lo abandonaran repentinamente: «Habré tenido esto tan hermoso tantos años como permanezca, y sin duda es un viaje increíble».