Kristopher Boesen, natural de California, Estados Unidos, ha recuperado la movilidad de sus brazos y manos después de someterse a un tratamiento experimental con células madre. Kristopher sufrió un accidente de coche que le dejó completamente paralizado desde el cuello hasta los pies y sin posibilidad alguna de recuperar la movilidad de su cuerpo para el resto de su vida. Al tener nada que perder aceptó la propuesta de someterse a un tratamiento innovador y en fase de estudio. De este modo, el profesor de la Universidad de California, Charles Liu, inyectó 10 millones de células madre directamente en la médula espinal cervical de Kristopher. La expectativa del estudio fue que estas células embrionarias se convirtieran en tejido nervioso como el del cerebro y médula espinal. Si se cumple esta posibilidad se puede conseguir una mejora e incluso recuperación de la función motora del paciente.