Nuevos estudios están demostrando que las "setas mágicas" psicodélicas pueden aliviar la depresión al restablecer los circuitos cerebrales clave. Los investigadores del Imperial College London utilizaron la psilocibina, el compuesto psicoactivo en las setas mágicas, para tratar a los pacientes con depresión, y los resultados fueron increíblemente positivos. Las imágenes de los cerebros de los pacientes revelaron cambios en las áreas asociadas con síntomas depresivos, y todos los participantes mostraron beneficios significativos que duraron hasta cinco semanas después del tratamiento.

El Dr. Robin Carhart-Harris, quien dirigió el estudio, dijo: «Hemos demostrado por primera vez cambios claros en la actividad cerebral en personas deprimidas tratadas con psilocibina. Parece darles el “puntapié inicial” temporal que necesitan para salir de sus estados depresivos». Ningún paciente había respondido previamente a los tratamientos convencionales para la depresión. Recibieron sólo dos dosis de psilocibina durante un período de dos semanas, e inmediatamente después de los tratamientos, todos los pacientes mostraron una disminución significativa de los síntomas depresivos. Experimentaron mejoras en el estado de ánimo, alivio del estrés y una sensación general de "reinicio". Las imágenes de la resonancia magnética mostraron un flujo sanguíneo reducido a las áreas del cerebro que están asociadas con el procesamiento de las respuestas emocionales, el estrés y el miedo.

Es difícil obtener la aprobación para una investigación que involucra drogas psicodélicas debido al hecho de que son ilegales en la mayoría de los países. Sin embargo, se está progresando y el año pasado dos estudios en los EE.UU. mostraron que una sola dosis de psilocibina podría aliviar la ansiedad y la depresión de las personas con cáncer avanzado, y los efectos duraron más de seis meses. El profesor David Nutt, autor principal de la investigación del Imperial College, dijo: «Se necesitan estudios más amplios para ver si este efecto positivo puede reproducirse en más pacientes. Pero estos hallazgos iniciales son emocionantes y nos brindan una nueva vía de tratamiento prometedor para explorar».