La gratitud y el perdón son las claves de la paz interior.

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Por Jerry Brownstein
«El secreto de la salud de cuerpo y mente es no vivir en la nostalgia del pasado ni en la preocupación por el futuro, sino vivir en el momento presente de forma sabia y con intención sincera.»  -  Buddha

Estas palabras reflejan la sabiduría de muchos grandes maestros de la Historia, pero ¿qué significa vivir plenamente en el momento presente? Significa que tu atención está completamente centrada en el aquí y ahora, en lugar de perderse en pensar sobre un futuro desconocido o en revivir eventos de un pasado incambiable. Cuando vives en el momento presente, te das cuenta de que pasado y futuro son meras ilusiones de la mente – no existen en realidad. Esto es sencillo de entender pero no tan fácil de poner en práctica, porque nuestras mentes intentan constantemente arrastrarnos hacia el pasado o perdernos en fantasías sobre el futuro. Por suerte, existen dos herramientas poderosas que podemos utilizar para mantenernos centrados en el momento presente: la Gratitud y el Perdón. La Gratitud evita que tu mente se pasee por el futuro, mientras que el Perdón impide que se quede atascada en el pasado.

La práctica de la gratitud centra tu atención en las cosas positivas que están sucediendo en tu vida “Ahora Mismo”, y esto evita que tengas que mirar al futuro en búsqueda de satisfacción. La mejor manera de hacer que el poder de la gratitud sea mayor y más efectivo es utilizarla como sencilla práctica diaria. En cuanto te despiertes por la mañana, piensa en una cosa que agradeces, y mantén ese pensamiento durante un par de minutos antes de levantarte de la cama. Según se vaya desarrollando tu día, sigue encontrando más y más cosas que agradecer. Puede que agradezcas el calor de la ducha, el sabor de tu café, el canto de un pájaro, el color del cielo, la sonrisa de un ser querido, o lo que sea que te haga vibrar. Cuando empieces a poner atención en la gratitud, te asombrará comprobar cuánto hay que agradecer en tu vida. Muchas cosas que antes dabas por sentado tomarán un nuevo y positivo significado, y encontrarás felicidad en los placeres sencillos. Otro buen momento de practicar la gratitud es cuando te acuestas por la noche. Tómate unos momentos para repasar en tu mente lo sucedido durante el día, y date cuenta de cuántas cosas agradeciste. Hacer esto justo antes de dormir programa tu cerebro para que se enfoque en lo bueno de tu vida, y te ayuda a despertarte sintiéndote positivo, energetizado y totalmente presente.



Si la gratitud evita que tu mente se adentre en el futuro, el perdón te libera de las emociones del pasado. Todo el mundo ha tenido experiencias dolorosas en sus vidas que sienten que fueron causadas por otras personas. Aferrarse a esos sentimientos de odio, ira y resentimiento hace que sea imposible alcanzar la felicidad verdadera que tan solo puede encontrarse en el momento presente. Puede que esté perfectamente justificado que te sientas dolido por lo que “ellos” te hicieron en el pasado, pero si continúas pensando en ello solo lograrás hacerte daño a ti mismo. Como dijo una vez Nelson Mandela: «Aferrarte al resentimiento es como beber veneno esperando que mate a tu enemigo.» La buena noticia es que siempre podemos elegir: podemos cargar con esas emociones negativas para siempre, o bien podemos aprender a dejarlas ir a través de la práctica del perdón.

Recuerda que perdonar a alguien no significa para nada que permitas o apruebes su comportamiento negativo. El acto del perdón es tu propia decisión personal de liberarte del dolor del pasado, y no excusa a la otra persona por lo que haya hecho. Una buena forma de practicar el perdón es escribir una carta a la persona que quieres perdonar. Describe en todo detalle lo que sucedió en la situación y cómo te causó dolor emocional o angustia. Recuerda que NO vas a enviar esta carta, y eres la única persona que la verá, así que siéntete libre de expresarte con toda honestidad. Al final de la carta, dile a la persona que la perdonas… y después tírala al fuego. Escribir todo ello traerá tus emociones a la luz de la conciencia, y el fuego del perdón permitirá soltarlas.



Otra forma en que evitamos estar en el momento presente es aferrándonos a la culpa o al enfado hacia nosotros mismos por cosas que hemos hecho en el pasado. Al revivir constantemente esos hechos en nuestras mentes nos mantenemos anclados en la negatividad del remordimiento. Hay una práctica sencilla pero poderosa de perdón que nos permite soltar este sufrimiento. Cuando sientas que te invaden este tipo de pensamientos, detente por un momento, encuentra un espacio tranquilo en tu interior, pon las manos sobre el abdomen y dite a ti mismo: «En cada situación de la vida he hecho lo mejor que he podido… con lo que sabía en ese momento.»  

El Perdón nos ayuda a liberarnos de la prisión de nuestro pasado… y la Gratitud nos recuerda que la belleza de la vida reside no en el futuro sino en el presente. Ambas prácticas nos ayudan a permitir que la felicidad y el bienestar entren en nuestras vidas, porque esas cualidades tan solo pueden encontrarse en el presente. En palabras de Eckhart Tolle:

«Date cuenta de forma profunda que el momento presente es lo único que tienes. Haz que el AHORA sea el enfoque primario de tu vida.» •

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