Es bien sabido que la meditación en general nos hace mucho bien, y ahora estamos aprendiendo que puede ser adaptada para obtener beneficios específicos. Estudios anteriores han mostrado que la meditación incrementa el tamaño de tu cerebro en áreas asociadas con la atención centrada y la compasión. Estudios más recientes sugieren que el tipo de meditación que practiques definirá qué partes del cerebro se verán más afectadas. Esto es análogo al entrenamiento físico, en el que si quieres aumentar un grupo muscular particular, hay ejercicios especiales que se concentran en desarrollar esa zona. De forma similar, parece que ciertos tipos de meditación son óptimos para desarrollar partes concretas del cerebro.

El último estudio viene del Instituto Max Planck de Leipzig, Alemania, y analiza los efectos de tres técnicas de meditación distintas a lo largo de un periodo de nueve meses. Una técnica se basa en la meditación llamada “mindfulness” (atención plena), y enseña a la gente a dirigir su atención a la respiración o al cuerpo. Un segundo tipo se concentra en la compasión y la conexión emocional a través de meditaciones basadas en la bondad amorosa. Un tercer método anima a la gente a pensar en diferentes temas desde diversos puntos de vista. Las resonancias magnéticas realizadas tras cada curso de tres meses mostraron que las partes del cerebro implicadas en la habilidad particular que estaba siendo practicada se hacían más gruesas, en comparación con las resonancias realizadas a un grupo control.

La meditación “mindfulness” incrementó el grosor de las áreas vinculadas a la atención, mientras que la meditación basada en la compasión incrementó la parte del cerebro asociada con traer las emociones a la atención consciente. Las meditaciones sobre perspectivas potenciaron zonas del cerebro implicadas en la resolución de problemas. Tania Singer, la investigadora líder del estudio, dice que los cursos de meditación pueden ser diseñados con distintos objetivos en mente, al igual que los programas de ejercicios se centran en fortalecer ciertas debilidades físicas. Continuó diciendo: «Aún tenemos que ver cómo esto afecta a la vida cotidiana, pero si se ven cambios en la vida real, esto podría ser de enorme importancia».