Una nueva evaluación de la Unión Europea ha concluido que los insecticidas más usados en el mundo representan un peligro para todas las especies de abejas, lo que hace que se hayan prohibido los plaguicidas neonicotinoides en toda la UE. El informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que se basa en un análisis de más de 1.500 estudios, muestra que estos pesticidas son agentes nerviosos que causan diversos daños a las abejas, la reducción del número de abejas reinas y el daño a la memoria. El informe también concluyó que gran parte del riesgo para las abejas proviene de la contaminación del suelo y el agua, lo que lleva a que los plaguicidas aparezcan en las flores silvestres y en los cultivos sucesivos. Este informe de la UE fue bien recibido por muchos científicos y ambientalistas que han pasado años trabajando para fortalecer las restricciones sobre el uso de neonicotinoides en Europa.

Las abejas son esenciales para la producción mundial de alimentos ya que polinizan las tres cuartas partes de todos los cultivos, por lo que su drástica reducción en los últimos años es un desastre agrícola y ambiental relacionado con el uso generalizado de pesticidas neonicotinoides. Durante algunos años ha surgido una creciente evidencia de que estos pesticidas dañan tanto a las abejas como a las colonias de abejas. La mayoría de las investigaciones concluye que estos químicos dañinos no son necesarios para un crecimiento con éxito, y que los agricultores podrían reducir el uso de pesticidas sin pérdidas. Además, un informe de las Naciones Unidas denunció el "mito" (propagado por las empresas químicas) de que los plaguicidas son necesarios para alimentar al mundo.