Nuevas investigaciones están mostrando que la práctica del yoga puede resultar muy beneficiosa para personas que sufren depresión. Casi todos estos pacientes reciben medicación antidepresiva, que viene acompañada de una larga lista de efectos secundarios negativos. Además, son eficaces tan solo en un 50%, y gran parte de ello se debe a su vez al efecto placebo. Practicar el yoga regularmente podría ser una solución, no solo para la depresión, sino que además aporta otros efectos físicos beneficiosos. En un estudio reciente de la Universidad de Boston (EE.UU.), los participantes que sufrieron una depresión clínica hicieron clases de yoga de 90 minutos tres veces a la semana, y además hicieron sesiones de 30 minutos en casa otras tres veces por semana. Tras tres meses, todos ellos presentaban una reducción de los síntomas de al menos un 50%.

Varios estudios anteriores que usaban el yoga para el tratamiento de la depresión obtuvieron resultados similarmente positivos. El Dr. Alan Manevitz, un psiquiatra clínico del Hospital Lenox Hill de Nueva York, revisó estos resultados y comentó: «El mecanismo es similar al de otras técnicas de ejercicio que activan la emisión de químicos cerebrales “de la felicidad”, y pueden también reducir los químicos del sistema inmune que empeoran la depresión. Utilizar el yoga añade el elemento de atención al movimiento al de consciencia plena, lo que incrementa enormemente los impactos beneficiosos sobre el sistema nervioso central». Además, la práctica regular del yoga ha demostrado tener beneficios a nivel físico, como una mayor flexibilidad y fuerza, además de aliviar el dolor de espalda... sin ningún tipo de medicamento ni efecto secundario.